Jesucristo, el Jardinero del Alma
(María Magdalena confundió a Jesús con el Jardinero). Ella dijo, “Señor, si tú te has llevado al Maestro, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré”. Hay un gran significado en que María Magdalena haya confundido a Jesús con el Jardinero. En aquellos días, el jardinero era quien recorría el país y cuidaba las tumbas en cada lugar.
Habían muchos lugares donde tenían tumbas, y los jardineros iban de uno a otro decorando las tumbas con flores y cuidándolas. Sabían todo sobre las flores. Ahí está el gran Símbolo, Jesús es el Jardinero del Alma. Dios es el Creador de la semilla, y Jesús planta la semilla en nuestra alma de pureza, amor y perdón, lealtad, paciencia, sinceridad. La semilla vibra en nuestros corazones, cuerpos, espíritus y almas. Luego Jesús pone agua en la semilla (nos bautiza con el Bautismo de Fuego, el Espíritu Santo), que es la Luz para el alma. Por lo tanto, Jesús es el Jardinero del alma. Aunque fue un error que cometió María Magdalena, fue un gran símbolo para nosotros.
Jesús es el Amante de nuestras almas. Si no fuera por nuestro Amado Jesús, no habrían almas vivientes hoy en día. Antes de que Jesús viniera, eran almas muertas pero espíritus vivientes. Es por eso que Jesús tuvo que venir, para traer la vida del alma a esta tierra.
Dra. J. C. Trust, Lección suelta, página 144, 12 de julio de 1932,
“El Jardinero del Alma”.